David Villa es uno de los diez mejores delanteros del circuito futbolístico actual y desde este miércoles oficialmente la primera incorporación del F.C. Barcelona de cara al curso que viene. Como era de esperar ya está saliendo a debate su encaje en el equipo vista la presencia de Zlatan Ibrahimovic en el mismo, un delantero que ha vivido una irregular temporada y que no gusta a la mayoría de aficionados barcelonistas.
Primero de todo definamos un poco a Villa. Personalmente no he visto los suficientes partidos suyos como para conocerlo en profundidad, pero si algo tengo claro es que es un tipo que juega para marcar, es lo que le mola. Nunca ha bajado de los 15 goles en liga (con un máximo de 28) en sus siete temporadas en primera división y con la selección española siempre marca (37 goles en 55 partidos). Individualmente es un jugador pequeño, rápido y que ofrecerá un número de desmarques de ruptura que ningún jugador del Barça aporta ahora mismo. Quizá Henry, pero ni ha jugado lo suficiente ni sus compañeros confían en él lo mismo que confiarán en el asturiano. Además es un futbolista no exento de calidad con el balón en los pies y, aunque no vive de la participación, no desentonaría en un juego de circulación de pelota, amén de las jugadas que se pueda montar él solito.
Su ingreso en la plantilla no tendría porque traer problemas; partiendo de que Henry se irá a hacer las américas y que el 4-3-3 será el dibujo habitual, Guardiola contará con cinco delanteros (más Jeffren, aunque a este se verá mucho menos obligado a darle minutos) para tres puestos, por lo que todos podrían tener su cuota de protagonismo. Esto queda condicionado por el posible fichaje de Cesc, que llevaría a Iniesta a jugar de falso extremo en bastantes ocasiones. Sería otro jugador más arriba, así que se antojan vitales las rotaciones si realmente se quiere hacer jugar a todos. El problema está en que si se va a disputar otra liga a noventa y tantos puntos, en la que no ganar un partido puede ser crucial, el entrenador va estar tentado a querer poner siempre a los mejores, como ha pasado en esta LFP.
Cuanto a la disposición en si de los jugadores sobre el campo, en un principio parece que con Villa se busca emular el perfil Henry: jugador que partiendo del extremo izquierdo aporte profundidad y gol. De esta forma podemos partir de un tridente formado por
Villa, Ibrahimovic y Messi. Villa vendría a aportar cosas que Zlatan da en menor medida, por lo que podríamos entender que viene a complementarlo y no a solaparlo. Sin embargo meter a Villa en banda también puede comportar una parte negativa. Se corre el riesgo de alejarlo excesivamente del interior del área y obligarlo a participar demasiado en el juego. Su posición ideal sería la de 9 y siendo Ibrahimovic un jugador de mucho más contacto con el balón –aunque no lo haya demostrado esta temporada- se debería como mínimo probar una permuta de posiciones. Seguro que tendrá sus contras, como la movilidad que pueda ofrecer el sueco en una banda -sin ir más lejos esta temporada no ha jugado ni un solo minuto fuera de la punta de ataque-, pero desde ahí su participación en el juego sería muy superior, algo que seguramente necesita, participar de la jugada. Después quedarían todas las posibilidades que ofrece la entrada de los Bojan, Pedro e Iniesta, el posicionamiento como falso 9 de Messi, etc. etc. Como también los posibles cambios de dibujo, desde el 4-4-2 probado con éxito este año, a un trío arriba con Messi de mediapunta y dos delanteros por delante suyo; algo que Guardiola ensayó en una ocasión con Henry-Ibra pero que no le convenció. Por otra parte también me surge la duda de la intensidad defensiva que puede ofrecer un equipo formado, por ejemplo, por Villa, Ibrahimovic, Messi, Iniesta y Xavi, todos de un perfil ‘tibio’.
Villa, Ibrahimovic y Messi. Villa vendría a aportar cosas que Zlatan da en menor medida, por lo que podríamos entender que viene a complementarlo y no a solaparlo. Sin embargo meter a Villa en banda también puede comportar una parte negativa. Se corre el riesgo de alejarlo excesivamente del interior del área y obligarlo a participar demasiado en el juego. Su posición ideal sería la de 9 y siendo Ibrahimovic un jugador de mucho más contacto con el balón –aunque no lo haya demostrado esta temporada- se debería como mínimo probar una permuta de posiciones. Seguro que tendrá sus contras, como la movilidad que pueda ofrecer el sueco en una banda -sin ir más lejos esta temporada no ha jugado ni un solo minuto fuera de la punta de ataque-, pero desde ahí su participación en el juego sería muy superior, algo que seguramente necesita, participar de la jugada. Después quedarían todas las posibilidades que ofrece la entrada de los Bojan, Pedro e Iniesta, el posicionamiento como falso 9 de Messi, etc. etc. Como también los posibles cambios de dibujo, desde el 4-4-2 probado con éxito este año, a un trío arriba con Messi de mediapunta y dos delanteros por delante suyo; algo que Guardiola ensayó en una ocasión con Henry-Ibra pero que no le convenció. Por otra parte también me surge la duda de la intensidad defensiva que puede ofrecer un equipo formado, por ejemplo, por Villa, Ibrahimovic, Messi, Iniesta y Xavi, todos de un perfil ‘tibio’. En definitiva de lo que debemos estar seguros es que el Barça ficha un jugador top, que junto a la incorporación de Cesc (?) representa un golpe sobre la mesa que dice a los rivales “si antes éramos buenos, ahora lo somos más”. La acumulación de grandes jugadores está hecha, ahora solo falta gestionarla.
