Zlatan Ibrahimovic, fichado a precio récord el pasado verano, ha realizado una campaña por debajo de las posibilidades que se esperaban de él. Ha estado lento, incluso torpe con el balón, y ha tenido problemas con el gol en algunas fases. Esto a provocado insatisfacción con el jugador entre la mayoría de los aficionados y de lo que estoy seguro, entre los periodistas. Sin embargo las críticas contra el sueco durante toda la temporada por parte de Mundo Deportivo y Sport han sido mínimas, sobredimensionando incluso las actuaciones del sueco.
Una vez terminado el curso parece que se han visto liberados. Y el fichaje de Villa ha sido el disparo de salida para una continua campaña que promueve la venta de Ibrahimovic. ¿A dónde? A donde sea.
Que Laporta y Txiqui digan que no está en venta y que cuentan con él para la próxima temporada o que Raiola asegure que su representado no tiene ninguna intención de irse es indiferente. Que Ibra está en el mercado, que Chelsea y City van a por él... es lo que leemos a diario en la pseudo-información de estos diarios. Ante la declaración del sueco de que no le gusta Inglaterra, ya sea cierto o falso, la prensa ha tenido que descartar a los equipos del país y ahora se centra en el Milán, un equipo que la temporada pasada no pudo estirar lo suficiente la manga como para fichar a Luis Fabiano.
Hoy apuesto porque todo esto es fruto de un odio que se han tenido o querido tragar por lo que había en juego durante la temporada. Y una vez terminada y fichado un nuevo delantero top -Villa-, no entienden porque un jugador malo, que no se entiende con sus compañeros, que entorpece el juego de Messi, debería continuar vistiendo la camiseta azulgrana.
No se si des del club se contempla realmente una venta, diría que no; en el terreno económico sería una operación ruinosa y ciertamente Villa es un jugador que en características futbolísticas complementa a Ibrahimovic. Además en este club se han dado segundas oportunidades a muchas personas. Por lo que se puede llegar a pensar que lo que intenta el 'cuarto poder' es cabrear al jugador con tanta portada y tanta noticia sobre su venta lo suficiente como para que finalmente sea él el que quiera marcharse.